El agua es un parámetro importante que interviene en la cadena alimentaria. Es parte de la alimentación de los animales de producción. El agua es un nutriente importante en la alimentación animal, ya que tiene una incidencia directa en los ciclos biológicos y es determinante para mantener unas constantes fisiológicas adecuadas. Además, sirve como vehículo de nutrientes, juega un papel importante en la regulación de la temperatura corporal y actúa como “lubricante” en las articulaciones del esqueleto.
Para entender su importancia, basta con reparar en que es el componente mayoritario del organismo de los animales, representando entre el 50%-70% del de los adultos y hasta un 90% del de los jóvenes. Pero ¿Qué sucedería si el tipo de agua que consumen los animales influyera en la microbiota intestinal? De esta manera, pero enfocado a la población humana, comienza una reciente publicación del Instituto Danone de México basada en la hipótesis sugerida por Tiphaine Vanhaecke y Julien Tap en un estudio recientemente publicado en el Journal of Nutrition. En este estudio, los autores exploraron las asociaciones entre la ingesta, las fuentes de agua y la microbiota intestinal humana.
Este trabajo aporta algunos detalles como: ️”Las personas que reportan beber agua de pozo tienen una microbiota más diversa”. ️”Personas que tienen un alto o bajo consumo de agua tienen diferentes composiciones de microbiota intestinal”. ️
El agua puede contribuir a dar forma a la composición de la microbiota intestinal. Este documento abre la puerta a futuras investigaciones en esta área inexplorada y garantiza la inclusión de datos de hidratación (ingestión y fuente) en futuros estudios sobre la microbiota.
En el campo de la producción animal, de una manera general, las preocupaciones han girado en torno a la calidad microbiológica, salinidad, dureza y contaminantes potenciales como los nitratos y sulfatos. A partir de ahora, y más aún con las inquietudes abiertas por la desmedicalización y sostenibilidad, podemos plantear escenarios más ambiciosos e introducir variables relacionadas con el consumo de agua en la producción animal:
- Diferencias de consumo entre épocas del año.
- Variabilidad estacional de los niveles de sales en la captación de agua.
- Regulación del pH como parámetro de digestibilidad.
- Introducir el agua dentro del balance electrolítico de la ración.
- Sustancias que modulan negativa o positivamente la microbiota.
- Etcétera.
Por tanto, y vistas las nuevas perspectivas de bienestar animal, uso responsable de antibióticos, y promoción de la salud intestinal, en la producción animal, el agua de bebida es un factor para tener muy en cuenta y tratar de forma especializada.
Estudio completo: Las fuentes y la toma de agua potable son asociadas con diferencias en la microbiota intestinal. DESCARGAR
Autor de la publicación
Pablo Manrique Vergarap.manrique@nutrofar.es