El agua no sólo es buena para calmar la sed o refrescarse cuando hace calor. En la producción animal desde la más artesanal a la más profesionalizada, el agua es un alimento y como tal debe tratarse. Es el elemento más vital de todos los conocidos hasta el momento. El consumo de agua en los animales se reduce progresivamente a medida que su calidad general disminuye. El nivel productivo de los animales será inferior dado que existe una estrecha relación entre consumo de agua y pienso.
Microbiología:
El agua puede contener una variedad de microorganismos, incluyendo bacterias, virus, protozoos y huevos de parásitos. Un nivel de bacterias coliformes sobre 1/100 ml puede causar diarreas. La desinfección del agua eliminará las bacterias peligrosas y otros microorganismos. Los protozoos y los enterovirus son más resistentes a la que las bacterias y por tanto hay que insistir en mantener un nivel óptimo de desinfección.
Sólidos Disueltos Totales (TDS en inglés):
También de puede interpretar con Conductividad (EC). Es el indicador principal de la calidad del agua. Si el TDS es aceptable, es poco posible que los niveles de los minerales sean un problema. El agua con un TDS menor que 1000 mg/L es aceptable para toda clase de animales en producción. Entre 1000 y 7000 mg/L los efectos del TDS son menos precisos y pueden variar de ningún efecto perjudicial a diarrea temporal y a menor productividad. Si el TDS está en este rango superior a 1000 mg/L, es necesaria una evaluación de los niveles de minerales concretos. Por ejemplo, El Calcio y el Magnesio contribuyen al TDS, pero tienen efectos fisiológicos muy diferentes comparados con el Sulfato o Cloruro, otros contribuyentes al TDS.
Recomendaciones generales:
- En caso de poder elegir el agua de abastecimiento priorizar el de mejor característica F-Q: menor conductividad, TDS, dureza y pH.
- Dar preferencia al uso para abastecimiento de aguas subterráneas protegidas, en lugar de aguas superficiales, la propia tierra y arena puede hacer de filtro natural. Utilizar aguas superficiales en caso de que las aguas subterráneas no estén disponibles o su análisis F-Q sea inadecuado.
- Priorizar la protección del recurso hídrico y las instalaciones sobre la puesta en marcha de tratamientos complejos: depósitos protegidos de la luz solar e intemperie, sistemas de filtración y decantación, tuberías enterradas, etc. Cuanto más completa y constante sea la protección y calidad del agua antes de aplicar el tratamiento químico, más fácil resultara la desinfección.
- Diseñar la instalación de manera que el agua de bebida tenga una temperatura adecuada, para ello puede ser necesario realizar flusing y/o recirculación.
- Garantizar que los equipos de aporte de desinfectante funcionan de manera constante y adecuada al caudal de agua.
- Asegurar el nivel de biocida en todos los puntos de la red: depósitos, entrada de naves, bebederos, etc.
- Vigilar la presencia de Biofilm, algas y materia orgánica en las conducciones, plantear limpiezas periódicas.
- Almacenar los productos biocidas para el agua al abrigo de la luz solar directa y altas temperaturas.
- Estocar los productos biocidas atendiendo a su estabilidad, por ejemplo, el Hipoclorito sódico y Dióxido de cloro tienen grandes pérdidas de actividad durante su almacenamiento necesitando una alta rotación.
- Manejar los productos biocidas atendiendo a la seguridad del manipulador, proveer de equipos de protección en su caso.
- Velar por la información y participación de todos los operarios de la explotación en el plan de agua, de modo que preservar y abastecer a los animales de agua de calidad sea una prioridad para su bienestar y productividad.
Referencias:
Agua de bebida y salud, 1989. Academia de ciencias, Washington DC, USA, Volumen I.
Calidad del agua de bebida para animales. Recopilación Ing Agr. (Ms Sc) Jorge L. Luque. Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. INTA Estación Experimental Agropecuaria Chubut.
Desinfección de suministros de agua en el medio rural y pequeñas colectividades, 1989. Medmenham, Centro de Investigación de Agua, O.M.S. Copenhague.
Directivas de calidad del agua de bebida. Vol 1. Recomendaciones 1994. O.M.S. Ginebra.
Guías para la calidad del agua potable, cuarta edición, que incorpora la primera adenda. Ginebra, Organización Mundial de la Salud; 2017.
Manual técnico del agua, 1989, Ed. Degrémont Lavosier, París.
Autor de la publicación
Departamento calidad y laboratorio NUTROFAR S.L.laboratorio@nutrofar.es