La reducción del uso de antibióticos y óxido de zinc en producción animal requiere de cambios en el modelo productivo teniendo en cuenta un enfoque integral para mantener una buena salud y rendimiento productivo, siendo uno de los focos principales garantizar una buena salud intestinal en los animales.
La depresión de la salud intestinal de los animales está directamente relacionada con una mayor prevalencia de Salmonella, E.coli, Clostridium y Campylobacter, por tanto no solo se trata de asegurar el valor productivo y cumplir con las obligaciones de reducción de antibióticos, es una estrategia de Seguridad Alimentaria.
Prevención integral contra enfermedades bacterianas:
- Bioseguridad en la explotación ganadera.
- Tratamiento desinfectante del agua de bebida.
- Higienización microbiológica de las materias primas y piensos.
- Acidificación estomacal en aves y cerdos.
- Refuerzo de la barrera intestinal.
La acidificación estomacal (proventrículo/ molleja) juega un papel transcendental pues es la barrera natural para prevenir la entrada de patógenos en el tracto gastrointestinal. Un valor de pH adecuado asegura la destrucción de bacterias patógenas. Además, la dieta de los animales en alta producción está altamente concentrada en proteínas y minerales que ejercen una acción tampón reduciendo la capacidad de acidificación fisiológica por el animal. Por tanto, se necesita de fórmulas adaptadas para reducir dicha capacidad tampón así como estrategias basadas en el uso de ácidos libres de alta capacidad reductora del pH en agua y/o pienso.
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- Digestibilidad proteica: La pepsina es una enzima digestiva que se crea en el estómago y que hidroliza las proteínas en el estómago. Es, por lo tanto, una peptidasa. Es una de las tres peptidasas principales del aparato digestivo, junto con la tripsina y la quimotripsina. Fue la primera enzima animal en ser descubierta, por Theodor Schwann en 1836 (Weber, Alan S., 2000). La pepsina es producida por las células principales de las glándulas gástricas como una proenzima, el pepsinógeno, quien por efecto del pH ácido se hidroliza y adquiere su capacidad enzimática. Actúa principalmente sobre enlaces peptídicos de naturaleza hidrófoba, preferentemente aromáticos (Dunn, BM 2001). La pepsina es más activa con un pH de entre 1,5 y 2,5. Se desactiva permanentemente con un pH superior a 5. Interactúa con las uniones Phe-Phe y Phe-Tyr.Es la enzima que degrada los polipéptidos y obtiene oligopéptidos. Las proteasas pancreáticas (tripsina, quimotripsina, carboxipeptidasa y aminopeptidasa) degradarán estos hasta aminoácidos.
La barrera intestinal constituye la de defensa del organismo y evita la entrada de toxinas o microorganismos que podrían comprometer la salud de los animales, así como está estrechamente relacionada con el sistema inmunitario a través de la microbiota. Las bacterias patógenas y toxinas dañan la integridad de la mucosa y comprometen las funciones de la barrera intestinal, favoreciendo la colonización intestinal por patógenos. Una barrera intestinal dañada impacta negativamente en la salud intestinal y la absorción de nutrientes. El uso de principios activos tróficos sobre el enterocito y moduladores de la microbiota mantendrán un enterocito sano y una microbiota equilibrada capaz de mantener bajo control a las bacterias patógenas, muy importante cuando se trata de disminuir la prevalencia de Salmonella y Campylobacter, y de absorber y metabolizar nutrientes. Ver artículos relacionados:
Nutribac® es la solución ideal para hacer frente al impacto negativo de los trastornos digestivos y mantener unos índices productivos óptimos. Su exclusiva combinación de principios activos, principalmente ácido butírico, junto con otros ácidos orgánicos de cadena corta, aceites esenciales y prebióticos, actúan de manera sinérgica y escalonada para asegurar un impacto en todas las partes del sistema gastrointestinal. El aporte de ácido butírico es en forma de ésteres de glicerol (denominados mono y tributirinas), los cuales garantizan la liberación y función en la luz intestinal.
Higienización del vehículo de adición ya sea agua o pienso.
Acidificación estomacal.
Trofismo del enterocito.
Modulador de la microbiota.
Nutribac®, en sus diferentes presentaciones comerciales, asegura la higiene, acidificación, liberación de ácido butírico intestinal y componentes naturales que actuaran a lo largo de todo el tracto gastrointestinal, aportando sus múltiples ventajas sobre el enterocito y microbiota.
Mantiene el equilibrio de la microbiota intestinal controlando los principales patógenos entéricos (como Salmonella spp, E. coli y Clostridium spp.) y favoreciendo el crecimiento de las bacterias beneficiosas de la microbiota.
Permite mejorar la digestibilidad estomacal con un mayor confort para el animal.
Favorece la absorción de los nutrientes por el incremento de la longitud y la superficie de las vellosidades intestinales.
Promueve la estimulación del sistema inmune por su relación con la microbiota.
Efectos beneficiosos a lo largo de todo el tracto gastrointestinal para la salud animal, la producción y la seguridad alimentaria.
Presentaciones:
- NUTRIBAC® líquido: ácidos orgánicos de cadena corta, monobutirina, bioflavonoides cítricos y prebiótico.
- Adición en agua o pienso a 0,5-1 liro/m3 o 1-2 kilos/ton.
- NUTRIBAC® premix: ácido orgánico de cadena corta, tributirina, bioflavonoides cítricos, taninos naturales y prebiótico.
- Mezclado en el pienso a razón de 1-2,5 kilos/ton.
Referencias:
Autor de la publicación
Pablo Manrique Vergarap.manrique@nutrofar.es