Elevar el nivel de protección de la salud humana y animal constituye uno de los objetivos fundamentales para el sector operador de piensos, por ello, se establecen, entre otras, una serie de normas y planes de higiene en toda la cadena para conseguir dicho objetivo. De esta forma las exigencias sobre bacterias patógenas, hongos y micotoxinas, cada vez es más elevada desde el sector productor e industrial alimentario, trasladándose esa exigencia poco a poco al sector primario.
Las materias primas vegetales para piensos constituyen un elevado riesgo puesto que están expuestas al ambiente en todas sus etapas agrícolas, recolección y transporte hasta llegar a la fábrica de piensos. En todas estas etapas se pueden controlar factores como la humedad, limpieza, y ciertas plagas, pero garantizar la inocuidad respecto al riesgo de contaminaciones microbianas ubicuas es en la práctica imposible.
Por tanto el sector debe buscar soluciones para la descontaminación microbiana de materias primas vegetales almacenadas, ¿qué podemos hacer, una vez que en el control de calidad, detectamos una mercancía fuera de los límites de conformidad microbiológicos?.
Esta inquietud nos ha motivado a realizar un trabajo con distintas materias primas en conjunto y colaboración con operador del sector intermediario y almacenista de materias primas para piensos y alimentación humana, y en conocimiento de la autoridad competente. Lo cual convierte esta experiencia en un precedente de gran importancia y desarrollo de futuro para la higiene de piensos.
Situación inicial:
Se encontró en ditintas materias primas vegetales almacenadas en naves (en montones en suelo) elevados niveles de microorganismos de riesgo.
- Se tomo como referencia un nivel de Hongos de 70000 ufc/gr como no conforme y a partir de 20000 ufc/gr como mediocre.
- Para las Enterobacterias niveles de 1000 ufc/gr se estiman como inicio del riesgo de Salmonella, a partir de 25000 ufc/gr un nivel alto, y por encima de 50000 ufc/gr como no conforme.
- Adicionalmente se midió el pH como índice “in situ” de comprobar un adecuado tratamiento y poder predecir la efectividad del tratamiento posterior conservante. La media en las materias primas cereales objetivo es 6,5 de pH crudas sin tratar. Para más información véase: Estudio sobre la acidificación de materias primas y piensos.
Plan de descontaminación microbiológica:
En el diseño del plan de tratamiento se tomaron dos premisas fundamentales, las cuales posteriormente se debían de verificar mediante los resultados analíticos.
- La limpieza y eliminación de polvo es un factor fundamental para la disminución de la carga microbiana. Para ello se utilizó una limpiadora de cereales y semillas de cribas en cascada y un ciclón para eliminar el polvo contracorriente.
- El uso de mezclas de aditivos higienizantes y conservantes usada adecuadamente hasta alcanzar el pH adecuado no solo impide la proliferación bacteriana y fúngica si no que reduce los niveles considerablemente. Por tanto, se habilito un equipo pulverizador de líquido a la salida de la limpiadora el cual era capaz de adicionar homogéneamente una mezcla líquida sobre el grano.
El producto empleado fue una mezcla de carácter fuertemente bactericida y reductora del pH de diseño exclusivo por NUTROFAR. En algún caso por la velocidad de paso o la calibración de dosificación fue necesario hacer una dilución, para ello se utilizó agua la cual se garantizó su inocuidad mediante el nivel de cloración óptimo.
Muestreo:
Se tomaron muestras representativas utilizando en cuatro momentos: antes del tratamiento, después de la limpieza, y una vez tratadas químicamente y almacenadas.
Las muestras fueron enviadas a laboratorios registrados para salud pública en microbiología de alimentos y productos agrícolas. Se utilizaron para el envio de muestras bolsas plásticas precintadas y sin utilizar cadena de frío para su transporte.
Resultados post-limpieza:
Para este caso se ámplio el análisis a bacterias patógenas de gran interés para la salud animal y seguridad alimentaria pero también como indicadores de higiene en concreto presencia de plagas y polvo: Salmonella, E.coli y Clostridium sulfito-reductores.
- Reducción de 1 y 2 log. en el nivel microbiológico respecto al inicial.
Resultados post. tratamiento químico:
Las dosis empleadas para el tratamiento químico con el higienizante aportado por NUTROFAR fueron de una media de 1 kilo/tonelada.
- Reducción de 3 log. en el nivel microbiológico respecto al inicial. Eliminación de presencia de Clostridium. Los pH llegan sobradamente a niveles de capacidad bactericida de los principios activos empleados.
Ampliamos la experiencia a otras materias primas almacenadas de la misma manera y establecimiento, que, aunque no tenían valores altos de microorganismos si nos resultó interesante para comprobar el comportamiento de los sistemas de tratamiento empleados.
Conclusiones:
Esta experiencia demuestra que la combinación de limpieza y tratamiento con aditivos adecuados es efectiva para la descontaminación microbiológica en materias primas para piensos. En opinión del autor la limpieza del polvo y finos elimina gran cantidad de la contaminación microbiológica, y muy posiblemente la incidencia de plagas. Los tratamientos higienizantes demuestran ser muy efectivos siempre que se llegue a la dosis adecuada, para ello la monitorización del pH parece ser clave para conseguir resultados tanto de choque como muy posiblemente de preservación duradera en el tiempo.
Por tanto, un manejo que implica la limpieza física de las materias primas reducirá los niveles de contaminación, pero para una eliminación y protección que asegure la inocuidad de la mercancía será necesario combinarlo con tratamientos químico a base de aditivos higienizantes y conservantes reductores del pH.
Autor de la publicación
Departamento de calidad e higiene NUTROFARp.manrique@nutrofar.es