La producción de piensos esta íntimamente relacionada con los costes finales ganaderos, de ese modo la higiene de piensos no debería de ser un coste fijo, sino que, orientada de manera específica, y dimensionada a las necesidades particulares nutricionales y sanitarias, debe ser un gasto retornable para el industrial.
Los ácidos orgánicos llevan utilizándose desde hace mucho tiempo como conservantes de los alimentos en general. Hay datos de 1939 sobre el uso de propiónico para conservar contra el crecimiento de mohos, incluso ya se conocía la necesidad de llegar a pH ácidos para garantizar su eficacia.
El Dr. Artturi Ilmari Virtanen (Helsinki 1895-1973) ya comprobó hace más de 80 años los efectos positivos de la acidificación en la alimentación animal. Por ello recibió el premio nobel de Química en 1945 estableciendo el método de conservar forrajes en invierno realizando la aditivación externa de ácidos hasta alcanzar un pH de 4. Abrió así el camino a la utilización de estas sustancias como conservantes en el campo de la alimentación animal.
El uso fundamental de los ácidos orgánicos es para proteger el pienso contra su deterioro y fermentaciones indeseables. Pero utilizados de manera adecuada pueden formar parte del control y prevención de bacterias zoonóticas dentro de un plan de Salud Animal y Seguridad Alimentaria Integral. Incluso ayudarnos a la digestibilidad de nutrientes a nivel estomacal mediante la garantía de llegar a pH adecuado para las enzimas proteolíticas y la biodisponibilidad de importantes fuentes minerales como los fosfatos.
¿Cómo funcionan? Su mecanismo de acción principalmente está basado en:
- Reducción del pH en las materias primas y piensos.
- Indirectamente reducirán la capacidad tampón de la dieta y por tanto facilitara los fenómenos digestivos estomacales.
- Acción propiamente bactericida y fungistática de la forma no disociada del ácido, para ello debemos movernos en un pH cercano a la pKa del ácido orgánico específico.
Por tanto, parece ser imprescindible conocer la capacidad de reducción de pH de los aditivos empleados en las materias primas y piensos, y de esa manera dosificar correctamente para lograr los objetivos de su uso: higienización, conservación o acidificación estomacal.
Estudio:
El departamento de calidad y laboratorio asociado a NUTROFEED, dentro de las pruebas de control de calidad de los productos, realizó un estudio de reducción de pH con el producto referencia para la acidificación, ACIFEED®, que nos parece interesante compartir. El resultado se muestra a continuación:
- Reducción de pH por la adición a distintas materias primas para piensos:
2. Reducción del pH por el empleo en piensos de animales monogástricos productores:
Conclusiones:
De esta forma podemos predecir el efecto de la inclusión de ACIFEED® y presentar al fabricante unas dosis reales de uso adaptadas a su objetivo.
Trabajando desde 0,5 a 1,5 kilos/tonelada para los objetivos desde la conservación, tratamiento higienizante de una materia prima contaminada, y uso digestivo como base para la acidificación estomacal rompiendo la capacidad tampón de los piensos.
ACIFEED® es una herramienta de trabajo ideal para enlazar la higiene con la salud intestinal siendo garantía de retorno económico en la producción animal.
Departamento de calidad y laboratorio
laboratorio@nutrofar.es
Autor de la publicación
Departamento de calidad y laboratorio NUTROFARlaboratorio@nutrofar.es